Adela y Fero celebran sus bodas de oro, están contentos y orgullosos de haber aguantando tantos años juntos y saber que su amor está inmune a cualquier adversidad. Lo quieren compartir con su hijo e hija a los cuales hace años que no ven, les invitan a cenar y surgen los recuerdos, los reproches… la realidad se abre delante de ellos, sus hijos se encargan de dejar claro que no son lo que ellos creen, se dan cuenta que su vida es una gran mentira, la cena se convierte en una burda manera de despertar.