Boni Ortiz repasa la historia teatral de Gesto, “hundida tras el acoso del franquismo” El grupo, que cumple 60 años, “dio sentido a la rebeldía de una generación”, defiende el crítico Aunque su sueño de ser una compañía teatral independiente se frustró a los pocos años de nacer por la censura franquista, el grupo Gesto, a juicio del crítico de arte Boni Ortiz, sirvió para “que la juventud de toda una generación viese sentido a su rebeldía” y trajo a la ciudad obras que, en la década de los 60, quedaban muy lejos de un Gijón hundido en la dictadura. Así lo explicó ayer el experto en teatro durante su ponencia en la Escuela de Comercio, un acto que enmarcado en el 60.º aniversario de la asociación cultural en la ciudad. Aclaró Ortiz que Gesto nació en 1961 para amparar a un grupo de amantes de la cultura que querían separarse del Ateneo Jovellanos para poder gozar de cierta independencia y montar, por su cuenta y con la financiación de las cuotas de sus socios, obras de teatro en la ciudad. “Duraron hasta el 65, cuando las autoridades del momento los hundieron tras un lustro de acoso y derribo constante. Por entonces, este tipo de libertades no estaban bien vistas”, concretó Ortiz, que añadió: “Tras otros dos años de litigios que no dieron resultado, Gesto volvió a darse de alta como la asociación de difusión cultural que es ahora, pero en esos pocos años de actividad previa lograron traer a la ciudad obras magníficas”. Pone, como ejemplo, “La camisa” de Lauro Olmo, pero tiene constancia de otras 17 obras creadas en esos escasos años de Gesto como compañía teatral. El propio Ortiz entró en contacto con el grupo –fue incluso vocal juvenil de la entidad y ha escrito un libro sobre el sector– en los años 70 y desde entonces es un fervoroso defensor de agrupaciones de este estilo. “Sirvió para conectar a la generación de ese momento con la de entonces, a que jóvenes conociesen a hijos de la guerra, a gente de su clase, como descubriendo un hilo rojo que nos unía a todos”, recordó. El futuro de este tipo de entidades, no obstante, lo ve Ortiz con menos esperanza. “Sí parece que los jóvenes de ahora se organizan, pero de otra manera, como nosotros lo hicimos a la nuestra. Hay que pensar cómo ayudarnos entre todos”, declaró.