feteas

Un clásico con justicia poética

La justicia poética  con la que se resuleve la obra "Adiós a la quintana" de Antón de la Braña, no se entendería en la vida real actual. No porque  no exista el complicto que plantea el autor, sino por la ´fácil resolución que se plantea, en la que se pone de manifiesto la idealización de los valores  humanos de las personas que viven en la aldea.
Una familia trabajadora que nació, vive y ama el campo es el germen de esta obra. Un matrimonio que, recién casado, se hace cargo de una quintana. Son los caseros, que con esfuerzo y sudor, cuidan y hacen producir las tierras de los acaudalados y poderosos terratenientes, como si fueran propias. Allí tienen dos hijos y son felices. El conflicto llega cuando el dueño de la casería muere, se reparte la herencia y el afortunado pone a la venta la quintana a un precio al que los caseros no pueden acceder.
Como siempre ocurre, el poder del dinero marca las condiciones  de vida. Pero la familia protagonista se rebela y no consiente el atropello.
Un poderoso y enamora de Rosina, la hija pequeña de la familia, les ofrece comprarles la quintanta a cambio de que la joven se case con él. Pero ella rechaza el amaño porque su amor le corresponde a un joven del pueblo. La familia apuesta por el amor y la felicidad de sus hijas ante los caprichos del poderoso.
La obra muestra tambien la avaricia de los hechos de otro personaje: un vecino que, pudiendo, no consiente en ayudarles económicamentesi no es por la lucha de sus egoistas sentimientos.
"Adios a la quintana" fue estrenada en 1953 por la Companía Asturiana de Comedias y premiada por el entonces Instituto de Estudios Asturianos (IDEA). Como autor en asturiano y bajo el nombre de Antón de la Braña, Manuel Arias García escribió varias de las obras más populares del teatro costumbrista asturiano. En 1960 aparece el volumen titulado "Teatro asturiano"  donde se recogen cuatro piezas: "Un xuiciu de faltes", "Pitición de mano", "La úlitma rosa" y "El adiós a la quintana" obra que representó el lunes  el grupo de teatro "Trama" de Gijón en el XXIX Salón de Teatro  Costumbrista Asturiano de Candás. Los gijoneses eligieron este ´clásico en una representación en la que destació Marga Álvarez, en el papel de de Fabuca por su contundencia interpretativa  durante toda la acción. Mención merecen tambien Eva Díaz, en el papel de Manuela, Jorge Melero, como uno de los protagonistas y Mario Alberto en el papel de cura. Con una  cuidada escenografía, la obra de "Trama" está dirigida por Elena Castro.









La justicia poética  con la que se resuleve la obra "Adiós a la quintana" de Antón de la Braña, no se entendería en la vida real actual. No porque  no exista el complicto que plantea el autor, sino por la ´fácil resolución que se plantea, en la que se pone de manifiesto la idealización de los valores  humanos de las personas que viven en la aldea.
Una familia trabajadora que nació, vive y ama el campo es el germen de esta obra. Un matrimonio que, recién casado, se hace cargo de una quintana. Son los caseros, que con esfuerzo y sudor, cuidan y hacen producir las tierras de los acaudalados y poderosos terratenientes, como si fueran propias. Allí tienen dos hijos y son felices. El conflicto llega cuando el dueño de la casería muere, se reparte la herencia y el afortunado pone a la venta la quintana a un precio al que los caseros no pueden acceder.
Como siempre ocurre, el poder del dinero marca las condiciones  de vida. Pero la familia protagonista se rebela y no consiente el atropello.
Un poderoso y enamora de Rosina, la hija pequeña de la familia, les ofrece comprarles la quintanta a cambio de que la joven se case con él. Pero ella rechaza el amaño porque su amor le corresponde a un joven del pueblo. La familia apuesta por el amor y la felicidad de sus hijas ante los caprichos del poderoso.
La obra muestra tambien la avaricia de los hechos de otro personaje: un vecino que, pudiendo, no consiente en ayudarles económicamentesi no es por la lucha de sus egoistas sentimientos.
"Adios a la quintana" fue estrenada en 1953 por la Companía Asturiana de Comedias y premiada por el entonces Instituto de Estudios Asturianos (IDEA). Como autor en asturiano y bajo el nombre de Antón de la Braña, Manuel Arias García escribió varias de las obras más populares del teatro costumbrista asturiano. En 1960 aparece el volumen titulado "Teatro asturiano"  donde se recogen cuatro piezas: "Un xuiciu de faltes", "Pitición de mano", "La úlitma rosa" y "El adiós a la quintana" obra que representó el lunes  el grupo de teatro "Trama" de Gijón en el XXIX Salón de Teatro  Costumbrista Asturiano de Candás. Los gijoneses eligieron este ´clásico en una representación en la que destació Marga Álvarez, en el papel de de Fabuca por su contundencia interpretativa  durante toda la acción. Mención merecen tambien Eva Díaz, en el papel de Manuela, Jorge Melero, como uno de los protagonistas y Mario Alberto en el papel de cura. Con una  cuidada escenografía, la obra de "Trama" está dirigida por Elena Castro.

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