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Hay que proteger el teatro costumbrista, es un patrimonio escénico y lingüístico.
La mezcla de generaciones que conforma la Compañía Asturiana de Comedias, que acaba de representar en el teatro Jovellanos la obra "La venganza de la xana", hace que Pedro Fernández progrese día a día en sus aprendizajes y quehaceres artísticos. Este joven actor que ronda los 19 años estudia en la Escuela Superior de Arte Dramático y se encuentra incorporado al elenco de la popular compañía desde el pasado mes de enero.
-¿Qué sensación se experimenta, ya desde el primer día, al actuar sobre el escenario?
-Hago teatro desde los 10 años y, digamos, estoy medio acostumbrado. Mi primer Jovellanos fue una sensación genial y una gozada. Estuve encantado de sentir ese cosquilleo antes de salir a escena.
-¿Qué trucos tiene en la memorización de guiones?
-Realmente, el texto se va cogiendo mientras ensayas. En los primeros ensayos vas con texto y, poco a poco, te vas desprendiendo de él. Esa es la manera, escuchándote y escuchando a tu compañero.
-El mundo del teatro costumbrista asturiano no deja de acordarse tanto de Eladio Sánchez (Lalo) como de Arsenio González. Sabían llenar un escenario con su sola presencia.
-Todo el mundo habla maravillas de ellos. Han dignificado el teatro costumbrista en Asturias, y es para que este género los tenga muy presentes; en un altar.
-¿Qué influencia de primera mano le dejan a su paso?
-Sobre todo, la dedicación. Desde jóvenes, y hasta el final, trabajando por el teatro, haciendo montajes, pateándose Asturias..., es algo que resulta muy meritorio. Josefina y Pili, que son las dos viudas de Arsenio y Lalo, mantienen la ilusión de actuar después de tantísimos años. A veces, los jóvenes no tenemos la ilusión que tiene la gente más veterana. Se aprende a amar el teatro.
-¿Qué arraigo queda del teatro costumbrista?
-Para mí ha sido un descubrimiento, porque este género se ve de una forma paternalista, como si de un entretenimiento superfluo se tratara, y no es así para nada: es un teatro que tiene siempre su público, constitutivo de un patrimonio escénico y lingüístico, pues no hay que olvidar que actuamos en asturiano y eso tiene su valor. Hay que protegerlo, cuidarlo y disfrutarlo. Para la actuación e interpretación lo que más busca es la naturalidad y la espontaneidad.
-¿Qué intercambio o interacción se da entre el teatro costumbrista y su reflejo en la vida cotidiana?
-Hay un contacto. La mayoría de obras que hace la compañía son de mediados del siglo XX. Se muestra una sociedad asturiana muy distinta de la actual, pero sí es verdad que se mantiene igual en cuanto al carácter. Entonces, a la gente le gusta porque se ve reflejada, no en un sentido literal, la sociedad es mucho más urbana, pero sí en rasgos comunes, típicos de la sociedad asturiana.
-¿Qué actores o actrices, de los de siempre o de entre las nuevas hornadas, señalaría como referentes de la escena?
-La mayoría de referentes que tengo son de generaciones bastante anteriores; por ejemplo, me fijo muchísimo en Fernando Fernán Gómez. No solamente como actor, sino también como director, escritor... También, más posteriores, están Nuria Espert y José Sacristán, que son espejos donde mirarse.
-¿Qué resulta clave para ser convincente en la interpretación?
-Resulta clave creerte quien eres. La interpretación es muy compleja y muy difícil, y tiene muchas variables y métodos y sistemas, pero la esencia es eso: durante dos horas aproximadamente dejas de ser tú y prestas tu cuerpo a otro personaje que no existe pero que durante ese rato va a existir para ti y para los que te ven, y esa es la maravilla del teatro. ¿Qué resulte convincente? Si tú no te crees lo que estás haciendo, los que te vean es imposible que se lo crean. Va por ahí.
-Cómo se relaja y prepara mejor la voz y la apostura ante la inminente salida al escenario?
-Depende de cada uno. A mí me gusta aislarme un poco, respirar. Necesito preparar la voz, resonadores... Por lo demás, relajarse, concentrarse y centrarse en disfrutarlo que, al final, es de lo que se trata.
-¿Con qué artistas le gustaría o le hubiera gustado compartir escenario?
-Pues con Lalo y Arsenio me habría encantado, como con todo lo que aprendo de Pili, Fina u otros compañeros de la Compañía de Comedias. El secreto del teatro, y del costumbrista en específico, está en la importancia de los actores y las actrices. (Luis Melendi. La Nueva España)
