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El Aula de Teatro de la UMU,
La asociación lleva más de 25 años en activo y trabaja por la internacionalización del teatro universitario
El comité organizador de los Premios Max de las Artes Escénicas ha concedido el Premio Max Aficionado 2015 al Aula de Teatro de la Universidad de Murcia, asociación que cuenta con una larga trayectoria y que ha fomentado el arte dramático a nivel nacional e internacional, colaborando con profesionales de primer orden.
César Oliva Bernal, director del Aula de Teatro de la Universidad de Murcia, recibirá el galardón el próximo 18 de mayo en la gala de la XVIII edición de los Premios Max de las Artes Escénicas que organiza la Fundación SGAE en la Sala BARTS (Barcelona Artson Stage) de Barcelona.
“Llevamos tantísimos años haciendo teatro que recibir este reconocimiento es la guinda a esa larga trayectoria. También nos ayuda a confiar en que llegarán tiempos mejores para el Aula de Teatro, que ha visto reducida su actividad internacional desde que llegó la crisis”, ha declarado Oliva Bernal.
Una labor que va más allá de las acciones teatrales
“Hay muchas personas que aman el teatro pero que no lo consideran como una profesión, y en Murcia el teatro de aficionados gira en torno a la universidad”, expone el director de la asociación. Además de César Oliva Bernal, Mariano de Paco Serrano, Paco Azorín, Pedro Yagüe, Javier Almela, Carlos Santos, Juan Meseguer, César Oliva y Antonio Saura son algunos de los directores, actores y técnicos de primer nivel que han pasado por esta asociación, fundada en 1989 y enraizada en el TEU (Teatro Español Universitario) de los años 80. El Aula de Teatro de la Universidad de Murcia toma como referencia el Teatro Universitario de Murcia, creado por César Oliva a finales de los años 60 y que recibió el Premio Nacional de Teatro Universitario en dos ocasiones.
La labor del Aula de Teatro de la Universidad de Murcia ha ido más allá de las acciones teatrales: promueve festivales nacionales e internacionales, publicaciones, giras, colaboraciones entre universidades, coloquios, cursos que ayudan a difundir y defender el teatro en toda la geografía mundial, desde España hasta destinos como Estados Unidos, Europa o África. En la actualidad, la situación económica ha frenado el ímpetu internacional, pero Oliva Bernal insiste en que “el reconocimiento ayude a que lleguen tiempos mejores como los que hubo en los años 90, la época dorada”
