Una edición con novedades como el nuevo horario, a las nueve de la noche, que parece demostrar que animará a más público en el teatro Prendes. Estrenar en Candás supone un orgullo para el Salón y un riesgo para las compañías, dice el director del mismo, Alain Fernández. Y es que ocho estrenos se dan cita en la edición de este año, lo que parece evidente que los grupos quieren presentar sus nuevos trabajos en el Prendes cada verano. Esto supone, eso sí, enfrentarse a la primera representación con público y sin conocer por tanto su respuesta. Cuando una obra lleva meses sobre el escenario la conexión entre los intérpretes y el público se hace evidente y emerge sola, algo que no siempre ocurre en un estreno.
Aunque le faltó ritmo en algún momento de la obra, la Compañía Asturiana de Comedias no defraudó en su estreno y "Milagru", escrita por Sergio Buelga, se ganó el aplauso del público.
Hacer creer que se obró un milagro y aprovechar la circunstancia para seguir timando y ganar dinero fácil. Es el punto de partida de "Milagru", una comedia que refleja las peripecias que ocurren en un típico bar de aldea, donde se dan todas las situaciones clásicas del humor asturiano. La acción sucede a través del reflejo de cada uno de los numerosos personajes que aparecen en la obra.
La sucesión de engaños se encadenan en una cómica trama en la que algunos se esfuerzan por resistir y mantenerse a flote. Las relaciones de la familia que regenta el bar con personajes tan característicos como el cura y el médico, los abusos de poder de una mujer adinerada amarga como el café por sentirse rechazada o la atracción de dos jóvenes que al conocerse descubren el amor se suceden en los tres actos de esta obra.
Buen trabajo el de Sergio Buelga, que sostiene bien la trama, al igual que Manuel F. Rodríguez, y también notable la construcción que hace Norberto Sánchez, que interpreta al peculiar y sobresaltado cura. Mar Buelga mantiene el tono amargo de su personaje y Armando Felgueroso buena comicidad. Entrañables fueron las dos escenas en las que actuaron Pili Ibaseta, primero, y Josefina García, después. De su presencia brota la sonrisa de un público que recuerda con añoranza a sus emblemáticas figuras teatrales que son iconos e historia del costumbrismo asturiano.
La compañía presenta una original escenografía que rompe con la clásica de otras obras teatrales y mención aparte merecen los tránsitos musicales entre acto y acto.
El Salón continúa esta noche con un nuevo estreno. Se trata de "Hai un gallegu na mina", de Carmen Campo, a cargo del grupo de teatro "Santa Bárbara", de Llaranes (Avilés) y protagonizada por Yolanda Serrano y Luis Barrera.