feteas

         El sello inconfundible del grupo de teatro “Carbayín” lo identifica bien el público que siempre disfruta de cada trabajo que representan. El XXXI Salón Costumbrista Asturiano de Candás, que patrocina LA NUEVA ESPAÑA, acogió el sábado un nuevo estreno escrito, dirigido y protagonizado por José Ramón Oliva. Se trata de “Ya somos democráticos”, una adaptación de otra obra suya, “El candidato”, que estrenó hace años en el teatro Prendes.

Es la historia de Blas, de profesión vividor y que aprovechando la convocatoria de las primeras elecciones municipales tras la dictadura decide presentarse para ser el primer alcalde de Siero de la nueva democracia. Cuenta con la ayuda de su amigo y compañero de chigre, Xuacu, un joven con pocas luces pero decidido a apoyar la candidatura de Blas. También cuenta con la colaboración de Toña, la mujer que se hace cargo del bar Tolo y que tras viajar por varios países cuenta con experiencia y conocimientos sobre los entresijos de la política norteamericana.

Entre los tres irán creando un nuevo partido, buscando el nombre que dará problemas por la combinación de siglas, diseñando la campaña y organizando un plan para conseguir que Blas sea el alcalde que necesita Carbayín y también el resto de Siero. El lugar para el trabajo y la reflexión será el bar, un negocio con serios problemas de identidad y sin clientela. Un espacio que tratando de evolucionar será chigre, café, coctelería, sidrería para volver a sus orígenes. Hasta tendrá una empleada, sindicalista y comunista que dedicará sus esfuerzos en exigir más que en trabajar y empujando a Toña a una mayor precariedad.

La crítica a los métodos fraudulentos y corruptos que presuntamente se cometieron, en ocasiones, en la democracia que estrenó nuestro país en 1978 se dan cita en esta obra. Una obra en la que se detallan procedimientos con el objetivo de ganar elecciones para beneficio de políticos y empresarios y otros beneficiarios.

José Ramón Oliva interpreta al candidato Blas dándole el perfecto tono impasible, socarrón y práctico de su personaje. Oliva construye un papel que empatiza con el público, aunque no comparta sus formas de proceder en la vida. El actor imprime un carácter propio a su personaje y consigue dar la réplica perfecta a Nacho Fernández, que interpreta a su compañero de chigre. Ambos provocan las situaciones más humorísticas arrancando carcajadas y aplausos al público. La vis cómica de Nacho regresó al escenario del teatro Prendes, pero con su buen hacer consigue que cada papel tenga un matiz distinto. Las risas volvieron a estar aseguradas con su interpretación. Muy buena y resolutiva fue la interpretación de Inés González en su papel de esforzada chigrera con iniciativa, pero pocos resultados y escasas posibilidades de prosperar. Sostiene el papel y mantiene el nivel durante toda la obra. Y extraordinaria estuvo María Villar, que interpreta a la sindicalista camarera que aprovecha cualquier circunstancia reivindicativa para no trabajar. María es energética y tiene fuerza en el escenario.

En definitiva, una buena noche de teatro en la que gracias al grupo “Carbayín” volvimos a reír con ganas, además de regalarnos un paseo por nuestro pasado más reciente, con música de la época y aprovechando el humor más inteligente.

Por otro lado, este martes se reúne el jurado de los premios “Aurora Sánchez” para decidir y dar a conocer las nominaciones a estos galardones que se entregarán en una gala que tendrá lugar el próximo viernes, a las nueve de la noche, en el teatro Prendes de Candás. Se entregan premios a los mejores intérpretes, protagonistas y secundarios, dirección, texto, maquillaje/vestuario y decorado/iluminación.